sábado, 31 de agosto de 2019

CUANDO LA MEDIOCRIDAD SE TORNA BUENA

EL PRINCIPIO DE MEDIOCRIDAD EN LOS EMPRENDIMIENTOS


Sólo en el pasado, la mediocridad era considerada como buena, pues suponía para filósofos y científicos, la mejor manera de entender que no somos el centro de un universo en expansión.


Nicolás Copérnico en 1543, argumentó en su obra "De Revolutionibus Orbium Coelestium", que no existen observadores privilegiados para cualquier fenómeno: "NO SOMOS EL CENTRO DEL UNIVERSO"

Y hay un dato muy curioso que hoy por hoy lo quiero asemejar mucho a los emprendimientos o negocios venideros. John Richard Gott, astrofísico y cosmólogo estadounidense, en 1969 estimó la duración del muro de Berlín considerando el tiempo existente y un tiempo supuesto determinado como "importante" por el observador.
Gott estableció con un elevadísimo grado de certeza que el muro de Berlín contaba con aún apenas 24 años de vida, y pues el muro fue derribado solo en 20. 



¿PODEMOS AFIRMAR QUE TENEMOS UN PLANETA FÉRTIL, PARA UN UNIVERSO HOSTIL?. Cuando hablamos de planeta lo comparamos con nuestro emprendimiento o negocio, y cuando hablamos de universo lo asemejamos al mercado en que se desarrolla.

En un universo en expansión como es el de la competencia, la tecnología y la información, estamos obligados a adoptar el principio de mediocridad pero no a ser mediocres. El Peruano de hoy no ha terminado de entender esto, el ecosistema de emprendimiento e innovación está pobremente articulado. Y lo evidencio en Piura.


...estamos obligados a adoptar el principio de mediocridad pero no a ser mediocres.
El miedo a emprender se sigue reduciendo día a día, la gente teme menos al fracaso y por ende se vuelve mucho más arriesgada. Todo esto es gracias a los niveles de comunicación actual; las redes sociales y medios masivos influyen en un porcentaje abrumador. Y a mi parecer están enviando un mal mensaje. 

El emprendimiento está de moda, y cuando el mensaje se transmite a través de las redes sociales, las personas que reciben el mensaje y tienen la intención de avanzar con recelo, se vuelven mucho más decididas y firman un contrato virtual consigo mismos y los medios: EMPRENDER ES BUENO Y DEBO HACERLO. Pero se olvidan de leer las letras pequeñas. Inflan el pecho de orgullo, y ven negocios en etapa temprana con MUCHA PUBLICIDAD y se dicen así mismos, yo también puedo hacerlo.

Y he ahí mi reclamo, mi descontento, mi apremio por informarme cada día más y tratar de formar y liderar una tribu que no desea ser un "rebaño ciego". En un mercado donde lo que recibimos es información que uno mismo establece querer recibir, inconscientemente muchas veces gracias a los algoritmos de facebook, instagram y demás, no podemos permitirnos confiar a ciegas en nuestras primeras ideas sin antes ver ese universo en expansión en que nos desarrollamos.

Tenemos que imaginar a Copérnico, volviendo a proclamar, y esta vez a grandes voces: No eres el centro del universo. Este universo absorberá a quienes no estén preparados para desarrollarse en él. Darwin le llamaba "la selección natural de las especies". 

La lección de hoy es la siguiente:

Tu emprendimiento o negocio está condenado, programado, diseñado o concebido para únicamente 03 situaciones:


  1. Al fracaso inmediato: Si estás haciendo o queriendo hacer negocios cuya principal característica es que no tenga valor diferencial, esto es lo que ha de ocurrirte.

    Y aquí quiero detenerme, preguntarte ¿qué quieres hacer? o ¿qué estás haciendo ya?. Panaderías, restaurante, compra y venta de productos (ropa, zapatillas, BTL, etc), algún servicio en especial (animación, shows, fotografía, diseño, etc).
    Quiero decirte tajantemente que "hacer pan rico, tener insumos de buena calidad, contratar a un excelente cocinero, establecer promociones u ofertas, tener precios bajos, captar promotores, que la atención sea personalizada, tener un fan page, publicitar por internet, pagar a Facebook por pautas, importar de China, incluir delivery gratis, etc". ESTO YA NO ES VALOR DIFERENCIAL, NI VALOR AGREGADO, ESTO ES UN REQUISITO FUNDAMENTAL.
    El destino para  tu emprendimiento por muy nefasto que te lo plasme es el fracaso inmediato, no estás preparado para permanecer en este universo, Es como si un Thanos llegara y chasqueara los dedos.

    ¿Qué hacer? ¿Buscamos la gema del tiempo y nos arrepentimos? No se puede, pero lo que si se puede es INNOVAR.

  2. Estancamiento: Si has creado un producto o servicio, para un mercado específico, y no le añades crecimiento tanto en tecnología, vínculo afectivo, y propósito. Serás un negocio con cierto margen de ganancia, pero sin posibilidad de expansión.
    Tal vez tu modelo de negocio te permita sobrevivir en el mediano plazo, pero podrán copiar la categoría, ya que sin especialización no vas a poder competir con quienes si hayan adoptado el principio de mediocridad pero hayan decidido no ser mediocres. Vendrá Thanos con el guantelete del milenio y lo disfrutará.

    ¿Qué hacer? Cambia tu modelo de negocio, y céntrate en la experiencia de consumo.

  3. Escalabilidad: Si antes de emprender o en el momento en que tomaste un aire de realidad, te diste cuenta que el universo es demasiado grande, para creerte ser un observador privilegiado; habrás entendido que no basta con ser diferente, sino sorprendente.

    ¿Qué hacer? 
    No será sencillo, debes buscar primero un propósito, con ello lo segundo será ser deseable, viable y funcional.  Tercero ser digital sin dejar de ser tangible. Y por último, debes adoptar a diario el principio de mediocridad.
Querido emprendedor, ser mediocre según la RAE significa ser mediano o regular, tirando a malo, en cuanto a su calidad, valor, interés, etc. Yo creo que puedes ser grande, todos estamos destinados a vivir de manera distinta, la única limitación que tenemos es nuestro grado de conformismo y mediocridad. Intentemos a diario evitar caer en ella.

No somos el centro del universo, recuerda eso.

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